EL LLAMADO DE MOISES



EL LLAMADO DE MOISES
Por: Vilma Bras
Éxodo 3,1-6: "Moises cuidaba las ovejas de su suegro Jetro, que era sacerdote de Madian, y un dia las llevo a traves del desierto y llego hasta el monte de Dios, que se llama Horeb. Alli, el Angel del Señor se le aparecio en una llama de fuego, en medio de una zarza. Moises se fijo bien y se dio cuenta de que la zarza ardia con el fuego, pero no se consumia. Entonces penso: <<¡Que cosa tan extraña! voy a ver por que no se consume la zarza>>.
Cuando el Señor vio que Moises se acercaba a mirar, lo llamo desde la zarza:
¡Moises! ¡Moises!
Aqui estoy- contesto Moises.
Entonces Dios le dijo:
-No te acerques. Y descalzate, porque el lugar donde estas es sagrado.
T añadio:
-Yo soy el Dios detus anepasados. Soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.
Moises se cubrio la cara, pues tuvo miedo de mirar a Dios..."

La experiencia de la zarza ardiente es una experiencia fuerte, transformadora, sanadora a la que todos estamos llamados.
Es una experiencia a la que se llega atravesando el desierto de la vida, el desierto de los problemas cotidianos: de familia, de salud, económicos, de comunidad.
Es una experiencia a la que se llega solo, pero no aislado. Solo, pero en comunidad. Cada cual a su tiempo.
No se sabe cuanto tiempo tardo Moisés en atravesar el desierto desde Madian hasta el Monte Sinai (Horeb); pero poco o mucho tuvo que cruzarlo. Con todo lo que ello implica: el calor del día, el frío de la noche, las fieras, la sed.

SANACION DE RECUERDOS
Moisés traía sobre si todo un bagaje de experiencias negativas, como tal vez todos nosotros: el abandono involuntario de su madre, la carga de una cultura que no era la propia, la carga de una muerte sobre sus espaldas, la carga de la huida de la que el había adoptado como su patria, la carga de haber dejado dos familias (una de sangre y la otra de adopción y de estar siempre tironeado por el amor de ambas) la carga del destierro. Ya uno se da cuenta del dolor que tiene en su corazón ya que a su hijo le pone el nombre de GUERSON “Forastero soy en tierra extraña”(Ex 2,22) como si esta amargura pasara de padre a hijo.
La carga del cambio de status (de ser el casi jefe de una nación pasa a ser pastor de unas ovejas que ni siquiera son suyas. La carga de haber tenido una educación de elite a la rudeza de los pastores de Madian; la carga del desprecio de hebreos y egipcios, la carga de tocar fondo…nada (el Faraón, hermano de crianza, hace quitar el nombre de Moisés de todos los monumentos públicos según la costumbre de los desterrado). Y todos sabemos lo que significa el nombre para una persona: IDENTIDAD.
En todo este contexto de vida, Moisés apacentaba las ovejas de su suegro Jetro (v.1) : no eran sus ovejas, el solo las apacentaba, las tenia a su cargo como muchas veces nosotros apacentamos las ovejitas del Señor.
Jetro era sacerdote de Madian. Madian se hallaba situada al Sur de Edom (lo que es hoy Israel y Jordania),al este del Golfo de Acaba o tal vez entre este Golfo y el Monte Sinai. Un país de nomades…el, que conocía la estabilidad del Imperio Egipcio..imagínense
Dice la Palabra de Dios que Moisés las llevo mas allá del desierto (Un llano desierto ocupa la mayor parte de la zona septentrional de la península; la región meridional está atravesada por varias cordilleras, cuyas cimas superan los 2.606 m de altitud.
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¿Para que Moisés habría de llevar tan lejos a las ovejas de su suegro.? Ni siquiera había pasturas mas allá del desierto, pues como dice el diccionario era un terreno rocoso.(v.1)
Al llegar al Horeb (Sinai) se le aparece el Ángel del Señor (El Señor mismo) en una llama de fuego. El fuego siempre es signo del Espíritu Santo, es signo de purificación, es signo de amor ardiente. Así es esa llama en la zarza que arde y no se consume. Es como el amor que quema por dentro sin matar, es como el fuego espiritual que manifiesta presencia de Dios, es como la purificación del oro en el crisol. Allí en el fuego ardiente del Espíritu purificamos nuestras pasiones y deseos, nuestras ambiciones y pecados. Somos acrisolados por la llama que arde en nuestro ser sin consumirse ni menguar. Es como si se retroalimentara: cuanto mas arde mas crece.
Moisés dice: “Voy a observar este grandioso espectáculo ¿Por qué será que la zarza no se consume?”.
En el versículo 4, dice que Moisés se aparta del camino para ver mejor lo que estaba aconteciendo. Muchas veces nos apartamos del camino para querer tener una mejor visión de las cosas, y creemos sinceramente que es lo mejor, pero perdemos de vista lo importante.
Muchas veces nos salimos del camino de santidad que Dios nos propone porque el desierto es largo y penoso. Pero dice la Palabra de Dios que el Señor lo llamo: Moisés, Moises…
Otras veces nos apartamos de la senda para ver o probar otras cosas, (magia, amuletos, cartas, etc.) pero el Señor nos llama con insistencia: “Fulanita! Fulanito!…No te salgas del camino para buscar respuestas, para saciar tu curiosidad. No busques respuestas que tan solo yo te puedo dar. Mira la zarza, dentro de ella esta la llama. Mira dentro de ti mismo, allí estoy yo. No busques fuera lo que en realidad esta dentro tuyo. No busques otro camino. Es mas… yo soy el Camino. Yo me hago camino con vos, y comparto todas estas experiencias fantásticas con vos porque yo estoy en vos. Yo no soy un Dios ajeno a vos, fíjate soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, yo soy un Dios que se revela, que se muestra y que siempre con vos. Yo soy un Dios que se acuerda de sus alianzas (Ex 2.24-25). Yo no soy un Dios distante, es decir el Dios tuyo como el de esas ovejas que has traído a través de todo el desierto en busca de una experiencia verdadera y perdurable. Soy un Dios de vivos y no un Dios de muertos. Pero solo serán vivos si tienen esta experiencia de amor profunda y verdadera”.

ORACION DE SANACION INTERIOR
Todos somos como la zarza: un arbusto que no dice nada, lleno de espinas. Así somos llenos de espinas (por las contrariedades de la vida), esas espinas que tanto hieren a nuestros hermanos son los mecanismos de defensa que nos fabricamos porque no queremos ser heridos nuevamente. Estamos llenos de complejos, culpas, traumas, debilidades. Somos miopes a nuestra propia realidad (no queremos verla). Estamos cargados de bloqueos, deseos reprimidos, falta de aceptación de nosotros mismos, nos sentimos rechazados, excluidos, aislados…

Creo que el Señor nos esta diciendo hoy, que la experiencia de la zarza ardiente, la experiencia incluso pentecostal de su amor, es una experiencia comunitaria.
Si bien comienza en la experiencia personal, es necesario que llevemos a nuestros hermanos a tener esa misma experiencia. Muchas veces tendremos que atravesar desiertos duros, incomprensiones, burlas, minimizaciones (como si estas experiencias no fueran importantes). "El cristiano del siglo XXI ha de ser un mistico, es decir, que ha experimentado algo o no sera nada"(Cfr.Karl Rahner) pero si el Señor las permite y es mas…las propicia es porque a nosotros nos hará crecer y lo mas importante, hará crecer aquellos que siguen al Señor a través nuestro.
La experiencia de la zarza ardiente, nos puede llenar de una sensación de pequeñez, de indignidad tremenda( y es asi… yo…pequeñita como soy estoy frente al Santo de los Santo y tan tranquilla): podemos sentir que no somos lo suficientemente agradecidos por estar aquí (y es así). Sin embargo, Dios es un Dios que gusta de llamarnos a cada uno por nuestro nombre para que tengamos una profunda experiencia de El.
Yo no se que habrá sentido Moisés, como habrá latido su corazón, que se le habrá cruzado por la cabeza. Yo solo se que es lo que pasa por mi corazón cuando estoy ante la “zarza ardiente” de Jesús Eucaristía. Siento que mi corazón estalla y de pronto se detiene, me parece que voy a morir de amor y de vergüenza porque no se si soy todo lo piadosa que debiera, porque no se si soy todo lo santa que debiera, no se si soy toda lo fervorosa que debiera .
Solo se que mi corazón y todo mi ser anhela permanecer allí postrada ante esa zarza ardiente que me da calor, me da paz, me da gozo y ternuras Solo hay paz, gusto, alegría por estar aquí No conozco un solo día sin querer vivir esta experiencia, a veces mas otras menos fuerte, pero ello no me quita el anhelo ni la paz interior, a pesar de mi caminar por el desierto.
Pero esta experiencia no es solo para mi… todos somos zarzas, ya lo vimos antes y sanamos nuestra identidad de zarza, sin embargo, podemos a llegar a ser presencia de Dios en los desiertos de la vida de los hermanos.
Esta experiencia es necesaria que sea para todos aquellos que el Señor disponga que pastoree.
Hoy puedes vivir la experiencia de la zarza ardiente…
Para recibir esta experiencia, solo es necesario abrir el corazón y dejar que la llama de la zarza crepite y nos hable en nuestro interior…
No debes distraerte con nada…

Alli donde te encuentre en este momento, puedes estar de pie, de rodillas, sentados o el que quiera puede postrarse…
Solo contempla la llama en la zarza…
No es la zarza la importante, es la llama…
Todos podemos y debemos ser zarzas que llevan en su interior llama de Dios. Tu eres zarza…yo soy zarza….
Pero quemando esto que somos tu y yo, esta la llama de Dios…
Contemplemos y tratemos de escuchar la voz del Señor que nos llama…a cada uno con su nombre…en tu realidad, con tus miserias y limitaciones, con tus virtudes y hermosuras espirituales….Contemplemos al Santo entre los santos…dejemonos abrazar por su llama de fuego…Ven fuego santo, ven…