Hola Hermano/a: Te doy la bienvenida a este espacio que desea ser justamente un vinculo que te lleve al Cielo. Ojala este sitio sea esa Escalera como la que Jacob vio en sueños alla en Betel y puedas decir como el: " Esta si es casa de Dios y puerta del cielo" y ver a los angeles de Dios subir y bajar por ella llevando tus oraciones y trayendo bendiciones de parte de Dios para tu vida.

jueves, 30 de agosto de 2012

CAMINANDO CON JESUS

CAMINANDO CON JESUS
Cuando decidi  hacer mi viaje a Europa no se si estaba del todo convencida. Mas bien mi hijo, que es un expeditivo nato, me insto a que lo hiciera casi obligatoriamente.
“Ya cuidaste a la abuela, ya cuidaste al abuelo…ahora no tenes excusas para venir”. Esas fueron sus palabras.
Pero la idea de viaje que yo tenia, era bastante distinta a la que tenia mi hijo. El pensaba (y piensa todavía) que este seria EL VIAJE  de mi vida, y de alguna manera lo fue, pero con motivaciones muy distintas.
En estos últimos años he tenido que pasar por cosas bastante fuertes, sobre todo la muerte de mis padres en menos de un año y medio. Sentí la urgente necesidad de irme, dar vuelta una pagina muy  dolorosa en mi historia personal y pensé, si voy a viajar será a lugares santos…no quiero hacer turismo, quiero volver a encontrarme, y  ENCONTRARLO. Y de hecho asi fue.
Luego de haber pasado una semana con mi hijo en Catalunya, emprendi mi viaje a Italia. Sola, con poco conocimiento del idioma, en un país totalmente desconocido. Sin embargo, el Señor me recordaba algo que siempre repite a mi corazón cuando siento que pierdo el rumbo. Mt 28, 19-20: “Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espiritu Santo,  y enseñándole a guardar todo lo que yo les he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”.
En esa convicción comencé mi viaje. Y no lo comencé en Ezeiza, lo comencé en Venecia, mi primer destino. Mas  que viaje, mi peregrinar…porque eso somos los cristianos, PEREGRINOS.
No siempre somos conscientes de esta condición…y muchos pasan por la vida, creyendo que se van a quedar  IN ETERNUM  en esta tierra, y viven conforme a todo lo terreno, lo humano, lo rastrero…
Una peregrinación  equivale también a una peregrinación interior, un viaje al fondo de uno mismo, allí donde se encuentra Dios.
Hay un libro muy lindo de Monseñor Laguna (recientemente fallecido) y el Rabino Mario Rojzman que se llama  TODOS LOS CAMINOS CONDUCEN A JERUSALEM…Y TAMBIEN A ROMA. En este libro ambos hacen una peregrinación a los lugares santos de Jerusalem y Roma en una hermosa experiencia interreligiosa.
En este libro dice el Rabino Rojzman: “los seres humanos desarrollaron lo que se ha dado en llamar una GEOGRAFIA SAGRADA, que no tiene nada que ver con un mapa científico del mundo, sino que se relaciona con la CARTOGRAFIA de su vida interior”. Y eso era precisamente lo que yo necesitaba, volver a mi vida interior, a encontrar mi centro, mi eje…Jesus estaba, pero yo necesitaba volver a entrar en sintonía con El…demasiados dolores aturden el alma y no nos permiten oir el dulce susurro de la voz del Amado.
Para toda peregrinación, ante todo es necesario PONERSE EN CAMINO. Para ello es necesario dejarse “desinstalar” por Dios. Dios es alguien totalmente original y hacedor de cosas novedosas, por eso exige también nuestra DISPONIBILIDAD, para que El pueda obrar.
Dios no puede obrar en personas que no les gustan los cambios, que permanecen atadas a estructuras, que no se dejan asombrar por sus gracias y sus detalles.
Cuando llegue a Barcelona (estuvimos allí dos días), y mi hijo vio todo lo que yo había llevado, al llegar a su casa en Reus, me hizo dejar una de las maletas que había con la consiguiente cantidad de ropa y demás elementos que yo creía necesario por el tiempo que estaría fuera.
Me hizo comprar una maleta mas comoda  y distribuir lo que me iria a llevar. Agradezco a Dios que solo hice tres paradas en todo el viaje y de cada una de esas paradas salía a recorrer, porque sino me hubiera sido tremendo acarrear con el equipaje (aun cuando había dejado casi la mitad en casa de mi hijo).
En todo el viaje habre usado el veinte por ciento de lo que lleve…hubo ropas que ni siquiera saque de la valija…lo que me hace hacer esta segunda reflexión: DEBEMOS LLEVAR POCO EQUIPAJE.
La vida es demasiado hermosa como para andar cargando cosas por demás. El Señor promete su asistencia, su compañía y su providencia…¿Por qué cargar cosas que solo nos incomodaría este transitar por la vida?
Llevamos muchas cosas con nosotros: odios, rencores, egoísmos, rencillas, discusiones, ni hablar de los pecados…es hora que cada uno de nosotros hagamos un examen de conciencia y veamos que estamos acarreando por la vida y que no nos sirve en absoluto. Es mas, nos incomoda, nos retrasa, nos cansa, y hasta nos enferma.
Un dia mi hijo me decía que viajar nos abre la mente. Y es muy cierto. Porque uno va descubriendo cosas, personas, acontecimientos que nos son extraños, y es allí donde nos damos cuenta que no somos el “ombligo del mundo”, que hay otros mundos, otros universos personales y particulares, con tanto o mas validez que nuestro pequeño mundillo de broncas, histerias, chismes y demás yerbas. Que no siempre las cosas que planeamos las vamos a concretar a rajatablas, porque existen imponderables de todo tipo: desde un tren o un avión que no salió a tiempo, hasta una compra que te sacudió el presupuesto. Tener siempre confianza en la Providencia de nuestro Padre porque el sabe muy bien que es lo que vamos necesitando por este peregrinar (Mt 6, 25-34) Por eso hay una tercera reflexión: DEBEMOS ESTAR ABIERTOS A LA IMPROVISACION Y A LA SORPRESA.

El termino hebreo para señalar al pregrinaje es “alia lareguel”   לרגלאליה, que significa “el que sube, el que se eleva a través de sus pies”. Elevarnos es la meta de toda peregrinación, dejar atrás toda una serie de mezquindades, ñoñerías, tonteras que nos hacen mediocres y no nos permiten avanzar como seres destinados a cosas grandes.
Asi como debemos estar abiertos a la improvisación y a la sorpresa, hay una cuarta reflexión o criterio que deberíamos tener siempre en cuenta a la hora de peregrinar a nuestro ser interior (o al exterior)  y es TENER LA MENTE Y EL CORAZON ABIERTOS, porque aparecerán circuntancias en que vamos a tener que dejar de lado nuestros propios gustos, criterios, afectos para dar paso a cosas que antes ni siquiera nos hubiéramos imaginado.
Cuando partia desde Venecia a Florencia, me tome un hermoso tren. Estaba un poco lleno, pero yo tenia mi sitio adjudicado en mi boleto. Iba cargada con todos mis bartulos y un joven muy gentil, como de unos treinta años, me ayudo a poner la maleta en un ricon del tren y la otra en el maletero sobre mi cabeza. Le agradeci con apenas una sonrisa y el se sento a mi lado. Yo miraba en mi celular la foto de mi nietitio y el joven me dice: you baby?...a lo que respondi: oh, no no…is mi nipotino (nietito) entonces el joven saco su celular y comenzó a mostrarme a toda su familia. Yo le pregunto si era Ingles y me dice: No, iraní…ahhhhhh, conteste yo con una sonrisa estúpida e inmediatamente pensé: no quiera este tipo poner una bomba en el tren y hacerme morir en el medio de la nada…yo no viaje 13000 km para evaporarme como el humo…mientras agarraba con fuerza mi
Sin embargo, lejos de mis malas expectativas seguimos hablando como pudimos, nuevamente al bajar del tren me ayudo con las maletas y muy cordialmente se despidió de mi con una gran sonrisa…
No siempre lo que pensamos de los demás es lo correcto, es por eso que debemos ser muy cuidadosos al juzgar a las personas ( Mt 7,1-2).Debemos cuidarnos de prejuzgar las actitudes de los demás, pues no sabemos sus reales motivaciones.
Tener  el corazón y la mente abiertos, significa desapegarnos de nuestros propios criterios y dejar que el otro entre en mi corazón y acogerlo en el como a otro Cristo. Aunque el otro sea de otra raza, de otro credo, de otro color…
ESTAR ABIERTO A NUEVAS AMISTADES. Este es otro de los criterios que pude acuñar en mi viaje. Yo crei que viajaba sola, sin embargo Jesus ya me había confirmado que El estaría conmigo siempre; mis amigos del facebook (dentro del cual hay amigos personales) iban siguiendo mi peregrinación a través de mis comentarios y fotos. Constantemente me decían que ellos viajaban conmigo, incluso Mabel, Graciela, Carmen y muchos mas de Kairos, me iban acompañando y yo rezando por cada uno de ellos.
Pero uno no debe cerrarse solo a los amigos de siempre. Les voy a contar dos bonitos testimonios para que aprendamos lo que es la amistad.
Un dia decido de ir a Lucca. (cuento como es Lucca y Santa Gemma- y Puccini) tomo mi mapita, mi guía y después de preguntar a un par de señoras me encamino hacia mi objetivo principal: la iglesia y el convento de Santa Gemma.
Después de estar orando un rato en la Iglesia, haber sacado algunas fotos, veo un cartel que dice: MUSEO de Santa Gemma. Asi que ahí me dirigi. Había allí una señora que vendia algunos objetos religiosos. Mientras esperaba que unas personas saliera del museo me puse a hablar con esta señora. El museo no era mas de cuatro por cuatro y había tan solo unas cuantas pertenencias de la joven santa, asi que yo no entraba…
Mientras esperaba en la pequeña santería le contaba a esta señora de donde venia, los kilómetros que había hecho para llegar expresamente hasta allí (contar lo del retiro de Arredondo) y cuanto deseaba conocer mas de Santa Gemma.
Una vez que termine de ver todo el museo (a todo esto ya era el mediodía), me dice la señora: y tu ¿donde vas a almorzar?
Le indique que había visto un pequeño barcito y que allí iria. ¡de ninguna manera! Tu vienes a comer a mi casa!!
No puedo explicar la vergüenza que sentí…me pareció que estaba invadiéndola..no sabia como decirle que no, pero ella insistió tanto que no tuve mas remedio que ir.
Le exprese mi incomodidad porque ella no me conocía y ella me dijo que si había hecho 13000 km para ver a santa Gemma, ella ya me conocía y que yo ya era su amiga.
Me llevo a su casa, y me ofreció todo lo que allí había, si quería descansar, o pegarme un baño (30 grados!!!). Hermanos, me sentí como una pulguita…porque comprendi cuan mezquinos y prejuiciosos podemos llegar a ser. Maria Antonietta (que asi se llama) me enseño como debemos acoger al otro (peregrino de la vida también como nosotros), es decir como al mismo Cristo como inculca San Benito en su Regla.
Maria Antonietta me hizo recordar aquel pasaje de la Escritura que dice: “ Cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos; y seras dichoso, porque no te pueden corresponder, pues se te recompensara en la resurrección de los justos” (Lc 14, 13-14) porque yo no se si voy a corresponderle algún dia lo que ella hizo por mi, pero si se que cuando los justos sean retribuidos, ella estará allí en la fila esperando su recompensa, pues ya la tiene adquirida.


lunes, 27 de febrero de 2012

CAMINANDO CON JESUS
Cuando decidi  hacer mi viaje a Europa no se si estaba del todo convencida. Mas bien mi hijo, que es un expeditivo nato, me insto a que lo hiciera casi obligatoriamente.
“Ya cuidaste a la abuela, ya cuidaste al abuelo…ahora no tenes excusas para venir”. Esas fueron sus palabras.
Pero la idea de viaje que yo tenia, era bastante distinta a la que tenia mi hijo. El pensaba (y piensa todavía) que este seria EL VIAJE  de mi vida, y de alguna manera lo fue, pero con motivaciones muy distintas.
En estos últimos años he tenido que pasar por cosas bastante fuertes, sobre todo la muerte de mis padres en menos de un año y medio. Sentí la urgente necesidad de irme, dar vuelta una pagina muy  dolorosa en mi historia personal y pensé, si voy a viajar será a lugares santos…no quiero hacer turismo, quiero volver a encontrarme, y  ENCONTRARLO. Y de hecho asi fue.
Luego de haber pasado una semana con mi hijo en Catalunya, emprendi mi viaje a Italia. Sola, con poco conocimiento del idioma, en un país totalmente desconocido. Sin embargo, el Señor me recordaba algo que siempre repite a mi corazón cuando siento que pierdo el rumbo. Mt 28, 19-20: “Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espiritu Santo,  y enseñándole a guardar todo lo que yo les he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”.
En esa convicción comencé mi viaje. Y no lo comencé en Ezeiza, lo comencé en Venecia, mi primer destino. Mas  que viaje, mi peregrinar…porque eso somos los cristianos, PEREGRINOS.
No siempre somos conscientes de esta condición…y muchos pasan por la vida, creyendo que se van a quedar  IN ETERNUM  en esta tierra, y viven conforme a todo lo terreno, lo humano, lo rastrero…
Una peregrinación  equivale también a una peregrinación interior, un viaje al fondo de uno mismo, allí donde se encuentra Dios.
Hay un libro muy lindo de Monseñor Laguna (recientemente fallecido) y el Rabino Mario Rojzman que se llama  TODOS LOS CAMINOS CONDUCEN A JERUSALEM…Y TAMBIEN A ROMA. En este libro ambos hacen una peregrinación a los lugares santos de Jerusalem y Roma en una hermosa experiencia interreligiosa.
En este libro dice el Rabino Rojzman: “los seres humanos desarrollaron lo que se ha dado en llamar una GEOGRAFIA SAGRADA, que no tiene nada que ver con un mapa científico del mundo, sino que se relaciona con la CARTOGRAFIA de su vida interior”. Y eso era precisamente lo que yo necesitaba, volver a mi vida interior, a encontrar mi centro, mi eje…Jesus estaba, pero yo necesitaba volver a entrar en sintonía con El…demasiados dolores aturden el alma y no nos permiten oir el dulce susurro de la voz del Amado.
Para toda peregrinación, ante todo es necesario PONERSE EN CAMINO. Para ello es necesario dejarse “desinstalar” por Dios. Dios es alguien totalmente original y hacedor de cosas novedosas, por eso exige también nuestra DISPONIBILIDAD, para que El pueda obrar.
Dios no puede obrar en personas que no les gustan los cambios, que permanecen atadas a estructuras, que no se dejan asombrar por sus gracias y sus detalles.
Cuando llegue a Barcelona (estuvimos allí dos días), y mi hijo vio todo lo que yo había llevado, al llegar a su casa en Reus, me hizo dejar una de las maletas que había con la consiguiente cantidad de ropa y demás elementos que yo creía necesario por el tiempo que estaría fuera.
Me hizo comprar una maleta mas comoda  y distribuir lo que me iria a llevar. Agradezco a Dios que solo hice tres paradas en todo el viaje y de cada una de esas paradas salía a recorrer, porque sino me hubiera sido tremendo acarrear con el equipaje (aun cuando había dejado casi la mitad en casa de mi hijo).
En todo el viaje habre usado el veinte por ciento de lo que lleve…hubo ropas que ni siquiera saque de la valija…lo que me hace hacer esta segunda reflexión: DEBEMOS LLEVAR POCO EQUIPAJE.
La vida es demasiado hermosa como para andar cargando cosas por demás. El Señor promete su asistencia, su compañía y su providencia…¿Por qué cargar cosas que solo nos incomodaría este transitar por la vida?
Llevamos muchas cosas con nosotros: odios, rencores, egoísmos, rencillas, discusiones, ni hablar de los pecados…es hora que cada uno de nosotros hagamos un examen de conciencia y veamos que estamos acarreando por la vida y que no nos sirve en absoluto. Es mas, nos incomoda, nos retrasa, nos cansa, y hasta nos enferma.
Un dia mi hijo me decía que viajar nos abre la mente. Y es muy cierto. Porque uno va descubriendo cosas, personas, acontecimientos que nos son extraños, y es allí donde nos damos cuenta que no somos el “ombligo del mundo”, que hay otros mundos, otros universos personales y particulares, con tanto o mas validez que nuestro pequeño mundillo de broncas, histerias, chismes y demás yerbas. Que no siempre las cosas que planeamos las vamos a concretar a rajatablas, porque existen imponderables de todo tipo: desde un tren o un avión que no salió a tiempo, hasta una compra que te sacudió el presupuesto. Tener siempre confianza en la Providencia de nuestro Padre porque el sabe muy bien que es lo que vamos necesitando por este peregrinar (Mt 6, 25-34) Por eso hay una tercera reflexión: DEBEMOS ESTAR ABIERTOS A LA IMPROVISACION Y A LA SORPRESA.

El termino hebreo para señalar al pregrinaje es “alia lareguel”   לרגלאליה, que significa “el que sube, el que se eleva a través de sus pies”. Elevarnos es la meta de toda peregrinación, dejar atrás toda una serie de mezquindades, ñoñerías, tonteras que nos hacen mediocres y no nos permiten avanzar como seres destinados a cosas grandes.
Asi como debemos estar abiertos a la improvisación y a la sorpresa, hay una cuarta reflexión o criterio que deberíamos tener siempre en cuenta a la hora de peregrinar a nuestro ser interior (o al exterior)  y es TENER LA MENTE Y EL CORAZON ABIERTOS, porque aparecerán circuntancias en que vamos a tener que dejar de lado nuestros propios gustos, criterios, afectos para dar paso a cosas que antes ni siquiera nos hubiéramos imaginado.
Cuando partia desde Venecia a Florencia, me tome un hermoso tren. Estaba un poco lleno, pero yo tenia mi sitio adjudicado en mi boleto. Iba cargada con todos mis bartulos y un joven muy gentil, como de unos treinta años, me ayudo a poner la maleta en un ricon del tren y la otra en el maletero sobre mi cabeza. Le agradeci con apenas una sonrisa y el se sento a mi lado. Yo miraba en mi celular la foto de mi nietitio y el joven me dice: you baby?...a lo que respondi: oh, no no…is mi nipotino (nietito) entonces el joven saco su celular y comenzó a mostrarme a toda su familia. Yo le pregunto si era Ingles y me dice: No, iraní…ahhhhhh, conteste yo con una sonrisa estúpida e inmediatamente pensé: no quiera este tipo poner una bomba en el tren y hacerme morir en el medio de la nada…yo no viaje 13000 km para evaporarme como el humo…mientras agarraba con fuerza mi
Sin embargo, lejos de mis malas expectativas seguimos hablando como pudimos, nuevamente al bajar del tren me ayudo con las maletas y muy cordialmente se despidió de mi con una gran sonrisa…
No siempre lo que pensamos de los demás es lo correcto, es por eso que debemos ser muy cuidadosos al juzgar a las personas ( Mt 7,1-2).Debemos cuidarnos de prejuzgar las actitudes de los demás, pues no sabemos sus reales motivaciones.
Tener  el corazón y la mente abiertos, significa desapegarnos de nuestros propios criterios y dejar que el otro entre en mi corazón y acogerlo en el como a otro Cristo. Aunque el otro sea de otra raza, de otro credo, de otro color…
ESTAR ABIERTO A NUEVAS AMISTADES. Este es otro de los criterios que pude acuñar en mi viaje. Yo crei que viajaba sola, sin embargo Jesus ya me había confirmado que El estaría conmigo siempre; mis amigos del facebook (dentro del cual hay amigos personales) iban siguiendo mi peregrinación a través de mis comentarios y fotos. Constantemente me decían que ellos viajaban conmigo, incluso Mabel, Graciela, Carmen y muchos mas de Kairos, me iban acompañando y yo rezando por cada uno de ellos.
Pero uno no debe cerrarse solo a los amigos de siempre. Les voy a contar dos bonitos testimonios para que aprendamos lo que es la amistad.
Un dia decido de ir a Lucca. (cuento como es Lucca y Santa Gemma- y Puccini) tomo mi mapita, mi guía y después de preguntar a un par de señoras me encamino hacia mi objetivo principal: la iglesia y el convento de Santa Gemma.
Después de estar orando un rato en la Iglesia, haber sacado algunas fotos, veo un cartel que dice: MUSEO de Santa Gemma. Asi que ahí me dirigi. Había allí una señora que vendia algunos objetos religiosos. Mientras esperaba que unas personas saliera del museo me puse a hablar con esta señora. El museo no era mas de cuatro por cuatro y había tan solo unas cuantas pertenencias de la joven santa, asi que yo no entraba…
Mientras esperaba en la pequeña santería le contaba a esta señora de donde venia, los kilómetros que había hecho para llegar expresamente hasta allí (contar lo del retiro de Arredondo) y cuanto deseaba conocer mas de Santa Gemma.
Una vez que termine de ver todo el museo (a todo esto ya era el mediodía), me dice la señora: y tu ¿donde vas a almorzar?
Le indique que había visto un pequeño barcito y que allí iria. ¡de ninguna manera! Tu vienes a comer a mi casa!!
No puedo explicar la vergüenza que sentí…me pareció que estaba invadiéndola..no sabia como decirle que no, pero ella insistió tanto que no tuve mas remedio que ir.
Le exprese mi incomodidad porque ella no me conocía y ella me dijo que si había hecho 13000 km para ver a santa Gemma, ella ya me conocía y que yo ya era su amiga.
Me llevo a su casa, y me ofreció todo lo que allí había, si quería descansar, o pegarme un baño (30 grados!!!). Hermanos, me sentí como una pulguita…porque comprendi cuan mezquinos y prejuiciosos podemos llegar a ser. Maria Antonietta (que asi se llama) me enseño como debemos acoger al otro (peregrino de la vida también como nosotros), es decir como al mismo Cristo como inculca San Benito en su Regla.
Maria Antonietta me hizo recordar aquel pasaje de la Escritura que dice: “ Cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos; y seras dichoso, porque no te pueden corresponder, pues se te recompensara en la resurrección de los justos” (Lc 14, 13-14) porque yo no se si voy a corresponderle algún dia lo que ella hizo por mi, pero si se que cuando los justos sean retribuidos, ella estará allí en la fila esperando su recompensa, pues ya la tiene adquirida.

CONTINUARA....